Todo está conectado, no hay forma de avanzar sin reconocer que somos uno, somos parte de la unidad. Una unidad reconocida a partir del movimiento caótico que se genera desde las interacciones más simples, desde cómo nos movemos por una ciudad ideal hasta cómo navegamos dando saltos continuos en la web. A partir de estas interacciones, o de variaciones minúsculas en los patrones de comportamiento o matemáticos se logra conquistar una variedad de mundos que nos hace pensar lo cerca que estamos el uno del otro. En contraposición a esta unidad, el artista plasma todos estos conceptos en papel gracias a la en el aislamiento de una pandemia, otra muestra de los contrastes que representan las otras de esta exposición.